La chimenea de gas es uno de los elementos protagonistas de esta casa diseñada por Estudio Arinni. Espacio de planta baja unificado y diáfano con usos diferenciados.
Esta vivienda de líneas rectas y vanguardistas, intensamente personal, es un escenario perfecto para la vida que se desarrolla a diario en su interior.
Salón y comedor componen un espacio único. La mesa de comedor, combinada con un clásico del diseño, como es la silla Panton, da ese toque de pieza distinguida que siempre suma en un proyecto de este tipo. El juego de curvas en el techo ayuda a zonificar las distintas zonas.
Los muebles diseñados en laca blanca presentan un marcado contraste con el parquet bambú de la vivienda y los paramentos en color marrón chocolate.
Además, el gran espacio que reúnen la sala de estar y el comedor, hacen de esta estancia el corazón de la vivienda. Aunque el espacio es amplio, Estudio Arinni ha sabido crear una atmósfera íntima.
Todo el mobiliario diseñado por el estudio Arinni, convive con la gran chimenea de gas que es el elemento principal y recorre toda la pared de forma lineal y equilibrada, siguiendo la combinación de los colores blanco y negro.
La mesa de comedor de grandes dimensiones, preside la panorámica al entrar a la vivienda, separada del hall de entrada por una consola/separador de ambientes que nace del suelo y atraviesa la entrada quedando adosada a una columna de la vivienda.
El falso techo con formas curvas y que une la planta primera con la baja formando la barandilla de la escalera, marca las diferentes zonas de la planta baja, resolviendo así un diseño atractivo en la doble altura de la vivienda.
En definitiva, amplitud e intimidad se pueden dar la mano en este espacio de vivienda que pretende hacer vida de esparcimiento en la planta baja e intima y personal en la primera.
