Que mejor idea para disfrutar de un fin de semana de relax, que alojarse en un hotel rural con encanto. Hoy os proponemos un lugar donde diseño, glamour y funcionalidad envuelven al viajero; además de ser imprescindible ir con cámara de fotos.
Alojarse en un hotel no es simplemente dormir en una habitación para pasar la noche. Hoy en día los grandes establecimientos hoteleros buscan distinguirse dando valor a su arquitectura exterior e interior.
El hotel rural Consolación, en Monroy, Teruel, es un perfecto ejemplo de integración en el entorno.
Formado por un conjunto de cubos forrados en madera de pino e inspirados en las casas del arquitecto norteamericano Craig Ellwood, el hotel consta de 10 habitaciones independientes orientadas a la puesta de sol y colgadas sobre un impresionante cortado.
Dentro, el contacto con la naturaleza pervive gracias a su enorme pared transparente, la chimenea colgante y la bañera de pizarra excavada en el suelo.
Un experiencia sin duda recomendable.